EL SER HUMANO Y SU EXISTENCIA: FE Y AMOR
CONTENIDO:
I. INTRODUCCIÓN.
II. LA FE.
III. LAS RELIGIONES.
Las religiones más antiguas.
El cristianismo.
El islamismo.
El hinduismo.
El budismo.
El judaísmo.
IV. LAS RELIGIONES Y LA FILOSOFÍA.
V. LAS RELIGIONES Y LA CIENCIA.
VI. LAS RELIGIONES Y LA POLÍTICA
VII. LAS RELIGIONES Y LA MUJER
VIII. UN BALANCE DE LAS RELIGIONES.
IX. EL SER HUMANO Y SU EXISTENCIA.
X. EL AMOR.
XI. CONCLUSIONES.
INTRODUCCIÓN:
"EL SER HUMANO Y SU EXISTENCIA: FE Y AMOR " no es un tema fácil de tratar. Por lo general, la gente prefiere hablar de asuntos más ligeros y cotidianos. Cuando abordamos materias relacionados con la existencia y la fe se piensa que nos estamos sometiendo a una discusión académica, filosófica o teológica. Pues no, creo conveniente aclarar, como ustedes se darán cuenta más adelante, que no soy ni académico, ni filósofo, ni teólogo. Más bien, podría calificarme como una persona mundana. Es decir, inclinada a los placeres y frivolidades de la vida social, pero siempre teniendo cuenta los valores morales que imperaban en una pequeña ciudad (Valencia, Venezuela), en los años cincuenta: honor, lealtad, respeto, honestidad ,intelecto y trabajo.
No ha sido por azar que escogí hablar sobre la existencia humana. Desde muy temprano en mi vida, a los trece o catorce años, me desvelaba pensando por qué había nacido, si tenía que morir. Desconozco los motivos. Puede haber influido el hecho de haber vivido de cerca la muerte de mi abuela paterna. Este pensamiento en cierta forma me afligía. Pero un buen día, tomé la decisión de no pensar más en el asunto y llevar una vida normal como la de mis amigos y sólo preocuparme por el colegio, los juegos y las amigas. Y así fue. Como llegue a esta decisión ?, Quien me ilustró ?. No lo sé. Pero, tiene mucho que ver con los temas que abordaremos más adelante.
Ahora bien, porque tratar este asunto más de medio siglo después de haberlos vividos. La respuesta puede ser sencilla. Para ese entonces, Venezuela era inminentemente Católica. Se hablaba que más de un noventa por ciento de la población era profesa de esa fe y planteamientos de esa naturaleza pareciese estar fuera de contexto o simplemente encontraría una explicación en las sagradas escrituras. Pero ese mundo ha cambiado. En la actualidad encontramos a centenares de asociaciones religiosas o espirituales que siguen doctrinas y prácticas contrarias a las enseñanzas morales impartidas en la Venezuela de ese entonces. Muchas, seguramente, de buena fe y buscan servir de apoyo a aquellas personas necesitadas de una guía espiritual. Otras que sin ningún pudor buscan un fin político o económico, cuyos beneficiarios no son precisamente los que ellos dicen querer ayudar. Hay que agregar que estamos viviendo en una época donde el radicalismo religioso sigue tomando auge y cada día abarca a más países, poniendo en peligro la paz del mundo. Hoy, el tratamiento de estos temas se hace necesario para preservar nuestros principios morales y transmitirlos a las generaciones que han tomado o tomarán las riendas del porvenir.
Pertenezco a una generación cuyos lemas eran "Paz y Amor ", y "Revolución ". Algunos tomaron la vía de las armas y la fuerza para alcanzar sus objetivos de establecer sociedades más justas. La mayoría fracasaron y los que triunfaron terminaron instaurando regímenes peores de los que combatieron. Otros, se dedicaron al estudio, la investigación y a desarrollar sus facultades con toda la energía propia de esos tiempos. Los años sesentas. Muchos de ellos fueron los pioneros de la informática y de gran parte de los adelantos tecnológicos que estamos disfrutando en estos momentos. Por supuesto , la gran mayoría regresamos a llevar un estilo de vida normal. Ahora , con setenta años encima, me siento no solo con la necesidad, si no con la obligación de expresar mis ideas sobre la vida. Así como yo a los trece años me preguntaba sobre la existencia, estoy convencido que millones de personas lo hacen sin encontrar una respuesta. No es que yo tenga una, no. Pero, mi experiencia me ha servido para no sentirme afligido cuando pienso en mi destino final. Habiendo crecido en una sociedad mayoritariamente católica, es razonable que sea católico. Los domingos cuando voy a misa, aunque no siempre lo hago, siento que voy caminando por un sendero que conduce a la felicidad. Experimento sensaciones de serenidad, como si la vida me hubiese preparado para llegar a la meta con fe y esperanza de seguir. Escucho el evangelio con mucha atención, porque siempre su contenido nos recuerda principios morales que debemos recalcar. Aunque algunas veces percibo, y me causa molestia, ciertas intolerancias en las palabras del sacerdote.
Muchos teólogos, filósofos, científicos, humanistas, hombres de bien nos han enseñado que la verdad sólo se encuentra en las sagradas escrituras y sólo ellas podrán aliviar las penas del ser humano y señalarnos el camino hacia la la felicidad. Sin lugar a dudas, para millones de personas ese ha sido el sendero. Podríamos estar de acuerdo con esta afirmación. Pero, si fuimos dotado con una inteligencia cuál es el sentido de no usarla?. Si todos pensáramos, en lugar de asumir como verdad lo que otros dicen, tal vez podríamos haberle evitado a la humanidad millones de muertos y mucho sufrimiento.
A continuación podremos encontrar mis pensamientos y reflexiones sobre la fe, las religiones, la existencia y el amor, así como mis conclusiones.
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